sábado, 11 de febrero de 2012

Casa de los Once Patios (Hospital de santa Marta)

La única institución religiosa derivada de Santo Domingo que existió en Pátzcuaro fue ésta. Un convento que se estableció a mediados del siglo XVIII en el sitio que pertenecía a lo que fue el hospital de Santa Marta.
Esta casa es de un gran esplendor. En ella se hace alarde de capiteles, arcos, arquivoltas fuertemente moldeadas, claves en su centro y además muestra un baño de sumo interés con una portada de estilo barroco, rica en extremo.
Dicho baño tiene un valor incomparable si se toma en cuenta la escasez de sitios destinados para este propósito. Es de gran belleza y elegancia. Tal vez lo más sugestivo que hay en Pátzcuaro.



En la actualidad, dicho edificio funciona como la casa de las Artesanías de la región. Visitarla es muy importante si se quiere admirar a los artesanos realizando su trabajo.
¿Tienes fotografías? ¿Conoces algo sobre la Casa de los Once Patios que no esté escrito aquí? ¡Compártelo con nosotros!

jueves, 9 de febrero de 2012

Hospital de santa Marta, Santuario, Parroquia o Sagrario

Mencionamos los diversos títulos que se le han dado a este edificio según el concepto primordial de que los Purhépechas necesitaban ayuda material y espiritual.

Tal vez una de las vistas más conocidas de Pátzcuaro
 “Tata” Vasco siendo ya Obispo, fundó este hospital entre 1536 y 1540, el cual tuvo las mismas funciones que el de Santa Fe de México y el de Santa Fe de la Laguna.


La Virgen de la Salud permaneció en este lugar por espacio de 191 años, hasta 1908, año en que fue trasladada a la Basílica.



El edificio tiene contrafuertes del siglo XVII, tiene elementos arquitectónicos del siglo XVIII así como algunas reminiscencias del estilo mudéjar o árabe español notables en la puerta y arco de entrada. También tiene una extraña entrada lateral adosada a la fachada principal debido a la construcción del colegio vecino durante el siglo XIX.


En el interior se encuentra un testimonio único del estilo barroco en esta área: un altar que además es barroco mixto, es decir, tiene pintura y escultura a la vez. Está dedicado a la Virgen Dolorosa y en los óleos se encuentra representada la familia de María, se puede ver a la Virgen María con el niño, al lado derecho al señor San José con el niño y en la parte inferior del altar se ubica el señor San Joaquín y a la señora Santa Ana, padres de la virgen.

La principal característica de este altar es la columna estípite, innovación arquitectónica que hiciera el arquitecto Juan Benito Churriguera, que consiste en que las columnas son angostas en su parte inferior y se ensanchan en la parte central, rematando con alguno de los estilos arquitectónicos griegos tradicionales o clásicos.


Al lado este de dicho inmueble, frente a la Colegiata, se aprecia una preciosa arquería que limita la calle de Lerín. Al lado norte de la mencionada arquería, se encuentra empotrada una fuente que data desde la construcción del mismo edificio.


¿Tienes fotografías? ¿Conoces algo sobre el templo del Sagrario que no esté escrito aquí? ¡Compártelo con nosotros!

lunes, 6 de febrero de 2012

Templo de la Compañía

Los Jesuitas o Compañía de Jesús se establecieron en Pátzcuaro en 1574 como respuesta a varias peticiones y luego expulsada por diversos conflictos con la corona. Este templo forma parte física (ya no operativa) de lo que ahora es el Antigüo colegio Jesuita. Su patrono es San Ignacio de Loyola.


Dicho templo es una construcción sobria y tradicional del siglo XVI de “planta latina”, es decir consta de una sola bóveda de cañón con dos áreas laterales que forman la cruz latina y que recuerda en cierto modo las fortificaciones al estilo del renacimiento existentes en España, pero en este caso aplicando el uso de materiales de la región como adobe y madera y además introduciendo las tejas de barro.


El nivel de este templo no es el original, puesto que durante el siglo XIX se elevó su altura como una moda, por lo cual se observa una ligera caída en la torre y en la puerta lateral de la iglesia se nota un desplazamiento debido al gran peso que soportan.


Guarda una importante pinacoteca compuesta de varios arcángeles pasionarios - llamados de este modo debido a que en sus motivos se incluyen elementos de la pasión de Cristo – atribuidos al pintor colonial Juan Miranda. Además, se puede contemplar una singular imagen de Santa María Mayor, la cual llegó a este sitio debido a la gran amistad que unía a don Vasco de Quiroga y a Francisco de Borja – entonces general de los Jesuitas que estaba en Roma –, el segundo pidió permiso al papa para realizar reproducciones de la imagen en cuestión, de la cual se hicieron cuatro reproducciones que llegaron a América, de las cuales una se encuentra en la Profesa en la ciudad de México, pero metida con otro óleo en el que aparece San Lucas como el pintor oficial de la Virgen. Dos más se encontraban en Puebla y Oaxaca, pero se desconoce su paradero, de todas, la que en mejor estado de conservación se encuentra está precisamente en el templo de la Compañía.


 ¿Tienes fotografías? ¿Conoces algo sobre la el templo de la Compañía que no esté escrito aquí? ¡Compártelo con nosotros!

viernes, 3 de febrero de 2012

Antigüo Colegio Jesuita




















A pedido expreso de don Vasco de Quiroga antes de su muerte, posteriormente del Obispo Fray Diego de Chávez y por último del propio rey Felipe II en 1571, los Jesuitas arribaron a México hacia 1572. Llegaron en un número de 15 con su provincial el padre Pedro Sánchez.

Ya en la Nueva España, la primera casa que fundaron fue la de Pátzcuaro, en 1573. Vinieron para tal efecto los padres Juan Curiel, Juan Sánchez Baquero y los hermanos Pedro Rodríguez y Pedro Ruiz de Salvatierra, quienes después se ordenaron sacerdotes.



Este edificio comenzó a construirse en 1585. Perteneció a los Jesuitas hasta 1767, año en el que fueron expulsados de España y de la Nueva España debido a graves conflictos políticos con la corona (antes la orden había sido ya suprimida por el Papa Clemente XIV y consecuentemente expulsada de Francia y Portugal, siendo reconocida nuevamente hasta 1814 por el Papa Pio XII).

A partir de entonces el inmueble tuvo los más diversos usos, pasando por cuartel militar y cárcel hasta el el último, que fue la escuela primaria “Vasco de Quiroga”.



Posteriormente cayó en ruinas y estuvo abandonado por cerca de 30 años. En 1990, un grupo de ciudadanos se organizó, formando un patronato que se dedicó a buscar recursos para su restauración y su uso inmediato en actividades de tipo cultural. Dichos trabajos se iniciaron en 1992 y culminaron en noviembre de 1994 con resultados que saltan a la vista en sus sobrias y enormes salas de exposición, pintorescos pasillos y verdes jardines.


Durante algunos años se impulsaron proyectos de uso y destino bajo el nombre de Fundación Cultural Ex-colegio Jesuita, A.C., a través de fondos privados con una Academia de Bellas Artes para luego pasar a manos de la Secretaría del Cultura de Michoacán, insttución que lo opera actualmente y tiene a su cargo un taller de grabado, el museo del juguete michoacano y diversas salas de exposición.


Regularmente de presentan ciclos de cine y otros eventos de índole cultural.

¿Tienes fotografías? ¿Conoces algo sobre la el Museo Regional de Artes Populares que no esté escrito aquí? ¡Compártelo con nosotros! 

Fotografía de Miguel Mandujano

miércoles, 1 de febrero de 2012

Museo de Artes Populares (Antiguo Colegio de san Nicolás)

 
Museo Regional de Artes Populares
 
Se ubica en la esquina de las calles Árciga y Alcantarillas, una cuadra hacia el sur de la Basílica. Fue fundado por don Vasco de Quiroga en 1540, quien le dio la advocación en honor al patrono de su villa natal, Madrigal de las Altas Torres, que era San Nicolás Obispo.
 
También que este colegio es el más antiguo que existe en América, ya que aún continúa sus labores - si bien ya con otra índole y en otro lugar -, pues cuando la sede episcopal fue transferida a Valladolid, el colegio fue trasladado también con sus privilegios y hacienda a la nueva ciudad, en la que fue fundido con el Colegio San Miguel. Convertidos en uno solo, ambos colegios siguieron trabajando hasta que más tarde la institución dio origen a la actual Universidad de San Nicolás de Hidalgo. Se ha conservado pues, el nombre original que le diese su creador y se le ha agregado el del Padre de la Independencia, que como es bien sabido, estudió y profesó en dicha institución.
 
Patio interior
 
La idea de don Vasco al establecer este colegio, fue la de crear un centro de educación para sacerdotes españoles, que hacían falta no solamente en su obispado, sino en toda la Nueva España. Dícese que su constitución fue tan acertada, que cuando años más tarde el Concilio de Trento ordenó la construcción de nuevos seminarios para preparar sacerdotes, la organización dada a estos centros de estudio parecía copiada de la que Don Vasco había dado a su colegio.

Antoguo pozo en el patio interior
 
El edificio original, en Pátzcuaro, se ha convertido en el Museo de Artes Populares y muestra en su distribución un conocimiento completo tanto de la arquitectura de Pátzcuaro como de las necesidades de un museo de tal índole, por lo que su visita no solo es instructiva, sino una de las más agradables que puedan realizarse.
 
Cuenta este museo con una de las más grandes y mejores colecciones de lacas, maque y peribanas procedentes de Uruapan, Peribán, Quiroga y Pátzcuaro en donde usted podrá observar la riqueza y exquisito gusto con que fueron realizadas.
 
Parte de la cocina tradicional
 
También es posible apreciar un gran surtido y variedad de cerámica, loza bruñida y vidriada, así como diferentes trabajos en madera, textiles, trigo, tule, cantera, piedra, pasta de caña, cera, plata, cobre, lámina y hierro forjado entre otros materiales, lo que demuestra la riqueza artesanal con que cuenta el estado de Michoacán.
 
A la vez, se puede admirar el famoso piso de huesos de vaca, que en el siglo XVIII era utilizado a la entrada de los ranchos, unos vestigios arqueológicos prehispánicos descubiertos en el patio trasero del edificio y una troje auténtica de la sierra michoacan. 
 
Recientemente fue restaurado y su esplendor y belleza se magnificaron. Vale la pena visitarlo.
 
Ruinas prehispánicas



Troje michoacana


¿Tienes fotografías? ¿Conoces algo sobre la el Museo Regional de Artes Populares que no esté escrito aquí? ¡Compártelo con nosotros!

lunes, 30 de enero de 2012

La Basílica de Nuestra Señora de la Salud en Pátzcuaro

Es el templo más importante de Pátzcuaro, pues fue la catedral que don Vasco de Quiroga fundó y comenzó a construir en 1540, cuyo proyecto era verdaderamente grandioso.
Fachada principal de la Basílica
Debía constar de cinco naves de igual tamaño que concurrirían en el centro, donde se ubicaría el altar mayor, es posible observar su diseño en el escudo de armas de la ciudad, donde quedo plasmado. Dicho diseño representaba una solución al problema de la multitud de fieles, que no cabían en un templo y que los frailes habían resuelto con las capillas abiertas, es decir, al aire libre. 
Proyección hopotética de la platnta de la Basílica de acuerdo al proyecto de Vasco de Quiroga
“Tata” Vasco pensó en hacer un templo compuesto de cinco iglesias capaz de albergar a todos los fieles al mismo tiempo. Sin embargo, dicha obra no se llegó a realizar debido a que los peritos en construcción de aquel entonces la consideraron peligrosa por su tamaño y los terremotos que constantemente sacudían la región. Existe otra versión que cuenta que la construcción no se llevó a cabo en realidad debido a que el Vaticano la consideró soberbia y capaz de competir en grandeza e importancia con la Basílica de San Pedro, en Roma.

Interior de la basílica

Aún así, la única nave construida sirvió como Catedral desde la llegada de los Jesuitas en 1573, hasta que la sede episcopal fue trasladada a Valladolid - hoy Morelia - en 1580.

El altar principal de la Basílica sirve desde 1908 como albergue a una imagen de la venerada Virgen de la Salud, hecha de pasta de caña y miel de orquídeas, mezcla comúnmente utilizada en tiempos prehispánicos por los indígenas y luego aplicada en el siglo XVI para hacer figuras religiosas.
A lo largo del año Nuestra Señora de la Salud es visitada por miles de peregrinos procedentes de todo México y cada 8 de diciembre se le honra con diversas festividades.
¿Tienes fotografías? ¿Conoces algo sobre la Basílica que no esté escrito aquí? ¡Compártelo con nosotros!

domingo, 29 de enero de 2012

Escudo de Armas y Detalles Geográficos

El escudo de armas, fue concedido a la ciudad de Pátzcuaro el día 21 de julio de 1553 por Carlos V Rey de España. De acuerdo a la Cédula Real, ordenaba que en dicho escudo “...haya una laguna de agua de su color con una iglesia sobre un peñal flanqueada por los apóstoles San Pedro y San Pablo y cerca de dicha laguna, e iglesia, la iglesia Catedral”.

Escuo de Armas de la ciudad de Pátzcuaro
La Catedral se refiere a la ahora Basílica de Nuestra Señora de la Salud, que en el proyecto original de don Vasco de Quiroga, tendría cinco naves idénticas a la única que se construyó previo a su muerte.
 
Pátzcuaro se ubica a aprox. 385 Km de la capital de la República Mexicana y más o menos a la misma distancia de Guadalajara, Jalisco, sobre la ruta 120, que parte de la carretera #15 (México-Guadalajara) que pasa a su vez por la ciudad de Quiroga, a 20 minutos de Pátzcuaro y por Tzintzuntzan, la legendaria capital del antiguo Imperio Purhépecha.


Panorámica de Pátzcuaro

Las pirámides o “yácatas” construidas hace varios siglos pueden ser vistas fácilmente desde la carretera y también visitadas por todo aquel que desee realizar una interesante caminata a partir del estacionamiento. Algunas partes aún se encuentran en proceso de restauración y es posible conocer un poco más acerca de la esta cultura en un museo de sitio anexo al lugar.
Vista aérea de las "Yácatas"

Si usted viene desde el Aeropuerto Internacional de la ciudad de México, deberá trasladarse en taxi a la Central Poniente abordar un autobús de la línea "Autovías", con destino a la ciudad de Pátzcuaro (el costo aproximado es de 21 dólares americanos). También encontrará algunas salidas de autobús desde la Central del Norte, pero definitivamente la que tiene mayor conectividad con Michoacán es la primera.

Es recomendable cambiar la moneda extranjera a pesos mexicanos en las casas de cambio del aeropuerto, adquirir un boleto de taxi en las ventanillas del servicio autorizado dentro del aeropuerto, cuyo costo aproximado es de 26 dólares americanos.

El servicio de tren para pasajeros se encuentra suspendido debido a la reestructuración de Ferrocarriles Nacionales.

Si llega desde el Aeropuerto de Morelia, tendrá que trasladarse en taxi a la Terminal de Autobuses de Morelia (el costo aproximado es de 21 dólares americanos); abordar un autobús con destino a la ciudad de Pátzcuaro (el costo del pasaje es de tres dólares americanos, aproximadamente). Tiene casi el mismo costo si llega desde Terminal de Autobuses de Uruapan.

Si realiza su paseo en automóvil, puede utilizar el Autopista México-Morelia-Guadalajara, tomar la desviación a la ciudad de Morelia y luego continuar por la autopista a Pátzcuaro pasando a un lado de Tiripetío con un trayecto de aprox. 40 minutos.


Mapa parcial de las vías de comunicación locales.
La distancia entre las ciudades de México y Pátzcuaro se recorre en un promedio de cuatro horas y desde Guadalajara el recorrido es de mas o menos la misma duración.

Para mayor informaciòn sobre cómo llegar a Pátzcuaro, puede visitar la guía online "Pátzcuaro en Breve"


Panorámica del lago de Pátzcuaro y poblados rivereños.

La altura de Pátzcuaro sobre el nivel del mar es de 2,140 metros y se encuentra rodeado de hermosas montañas pobladas principalmente por bosques de oyamel, encino y pino, aunque también existen cedro y junípero, vegetación que caracteriza una de las regiones más bellas de México. Su población aproximada es de 80,000 habitantes. El clima es semitemplado y la temporada de lluvias es durante los meses de Junio a Octubre. En esta temporada, regularmente llueve por las tardes, lo que permite aprovechar las mañanas despejadas, para pasear al aire libre, visitar y fotografiar la isla de Janitzio, los miradores “el Estribo” o “el Estribito” y cualquiera de los pequeños pueblos que rodean al famoso lago de Pátzcuaro. Las tardes lluviosas son ideales para visitar las iglesias coloniales y edificios históricos.

sábado, 28 de enero de 2012

Don Vasco de Quiroga


Ilustración de don Vasco de Quiroga

Don Vasco de Quiroga fue sin duda alguna el personaje más importante e influyente para la historia de Pátzcuaro a principios de la época colonial. Nació en la villa Madrigal de las Altas Torres en España. Fue instruido como abogado. Este hombre sabio y dedicado llegó a la Nueva España en el año 1531, a la edad de 60 años y como miembro de la segunda Audiencia, un cuerpo administrativo y judicial enviado por la corona para gobernar la colonia. Dicho grupo fue comisionado para organizar el territorio y reparar el daño hecho por la primera Audiencia, presidida por el inescrupuloso Nuño de Guzmán, quien fue capaz de utilizarla para obtener el poder y control que luego aplicó en su beneficio personal. Fueron las noticias de la llegada de la segunda Audiencia las que provocaron la brutal estampida de Guzmán hacia lo que ahora es Michoacán.

Dos años después de su llegada, en 1533, don Vasco de Quiroga organizó su primer pueblo experimental llamado Santa Fe de México, nombrado así por su ubicación cerca de la ciudad capital. En ese mismo año fundó otro en la ribera del Lago de Pátzcuaro y lo llamó Santa Fe de la Laguna, lugar que puede ser visitado y admirado aún en la actualidad. Posteriormente fundó los hospitales de Tzintzuntzan, Pátzcuaro, Uruapan, Acámbaro y Cuitzeo. Este tipo de comunidades fueron esencialmente centros para peregrinos provenientes de otros lugares del país.

Siguiendo su nombramiento como el primer Obispo de Michoacán, hacia 1538, don Vasco tuvo la oportunidad de llevar a cabo plenamente sus intenciones de rehabilitar a los Purhépechas y elevar sus niveles de vida y cuidados. Sus planes incluían el reforzar las comunidades, en las cuales la tierra pertenecía a todos y cada familia tenía su propia vivienda y parcela privados. La labor en los campos y granjas comunales se realizaba de manera rotatoria, lo que permitía a los indígenas ser autosuficientes y a la vez tener tiempo libre para recibir instrucción y práctica espiritual, también para trabajar en industrias especializadas, a través de las cuales podían negociar mutuamente.

Así, don Vasco - luego mejor conocido cariñosamente entre los nativos como “tata” (papá) Vasco - continuó estimulando a los desmoralizados Purhépechas para formar comunidades y desarrollar diferentes actividades en cada una. No pasó mucho tiempo antes de que cada población se dedicara a un determinado producto o artesanía, enriqueciendo algunas de las técnicas introducidas por “tata” Vasco con las propias técnicas prehispánicas y viceversa. Aún ahora y a través de los siglos es posible admirar el policromado de las lacas de Uruapan (cuya técnica es prehispánica), escuchar el rítmico golpear de los marros que forjan el cobre en Santa Clara (hoy Villa Escalante). Es más: en algunos de los comedores más elegantes de nuestro país y del extranjero se sirven las viandas en la finísima loza de Patamban y los excelentes trabajos que se realizan en madera y cerámica dan vida a la decoración de miles de hogares en muchos lugares del mundo.

Don Vasco de Quiroga murió en la ciudad de Pátzcuaro el 14 de marzo de 1565 a la edad de 95 años, con lo que se cerró uno de los más importantes capítulos de la historia de Michoacán, pues a su muerte la sede de la diócesis fue transferida a Valladolid, ciudad favorecida por los virreyes para convertirse en la nueva capital de la provincia.


Basílica de Nuestra Señora de la Salud

Sus restos descansan ahora en la Basílica de la Virgen de la Salud, que el mismo fundó en Pátzcuaro. Según la creencia de los naturales de la región, el espíritu de “tata” Vasco aún se percibe por los lagos, valles y montañas de esta tierra que tanto amó.

Ha habido pocas personas a través del tiempo que hayan logrado tanto en lo que pudiéramos llamar el “ocaso” de la vida. La veneración que el pueblo Purhépecha prodiga a don Vasco hace de él mucho más que una figura del pasado histórico. Su memorable ejemplo, las instituciones, especialidades y comercio que él creó aún persisten y se han enriquecido de diferentes maneras, lo que hace de este hombre, alguien fuera de lo común, que forma parte de un vivo presente.

A raíz de esto, y como un homenaje a la memoria de este hombre singular, se creó un producto turístico denominado "Ruta don Vasco", dicha ruta nos permite recorrer todos los lugares donde aún se manifiesta la gran obra de don Vasco de Quiroga.  

(Texto tomado de la guía online Pátzcuaro en Breve )

viernes, 27 de enero de 2012

Lo más importante: Saber de dónde venimos.

La palabra “Pátzcuaro” tiene diversos significados. Según diferentes estudiosos, las raíces del nombre de esta ciudad podrían ser, “Pashcuaro”, que significa “en donde tiñen de negro”; “Petatzecuaro” que se traduce como “lugar de cimientos”, también llamados “Petatzecua”, que a su vez quiere decir “piedra u origen del hombre”, sitios propios para asiento de “Cúes” o templos –que hacen alusión a ruinas pertenecientes a otra antigua y desconocida civilización que a su vez fueron encontradas por los fundadores prehispánicos de la ciudad-; “Petatzimícuaro” que quiere decir “lugar de espadañas”. Hay quien afirma que “Pátzcuaro” significa “lugar de alegría”. Sin embargo, tal vez el punto de vista mitológico es desde el cual se podría reconocer el verdadero significado del nombre la ciudad, puesto que la Relación de Michoacán1 especifica que el nombre de Pátzcuaro era Tzacapu-Arocutin-Patzcuaro, que quiere decir “donde esta la entrada al paraíso”, es decir, a donde iban los muertos, a donde se vive y se goza, considerando el lago de Pátzcuaro como la puerta a tal sitio.

Pátzcuaro se ubica en lo que alguna vez fue parte del extenso reino independiente de Michoacán, cuya capital fue Naranxan antes de siglo XIII y más tarde Tzintzuntzan, que significa “lugar de colibríes”. Esta ciudad fue repoblada por el ilustre señor don Vasco de Quiroga en el año de 1540, misma que cuenta con escudo de armas y pabellón propios de colores azul y blanco otorgados por el rey Carlos V en 1553. Si usted pronuncia la palabra “Tzintzuntzan” podrá adivinar a que hace referencia. Muchos colibríes pueden ser vistos en el área, especialmente temprano por la mañana.


Bosque de pinos. Al fondo, la isla de Janitzio

El único indicio que existe para tener una idea acerca de la fundación de Pátzcuaro, se encuentra en la citada Relación de Michoacán rendida al Virrey don Antonio de Mendoza. En ella se sostiene que los caciques chichimecas Páracume y Vápeani, los segundos hijos de Curátame, nietos del primer Vápeane, bisnietos del primer Páracume y tataranietos de Sicuracha, encontraron asiento para su tribu “en el barrio de Pázquaro llamado Tarimichundiro”. Aquí iniciaron la construcción de sus templos o cúes en un lugar donde había cuatro rocas juntas, eligieron dicho lugar porque el número cuatro era sagrado para ellos, representando los cuatro puntos cardinales y las cuatro estrellas de la constelación “Cruz del Sur”, a la que veneraban. Esta tribu, tiene su comienzo histórico en Hiréti-Ticáteme, cacique de Zacapu, lugar del cual emigraron.

Aunque la “Relación” señala que los fundadores de Pátzcuaro fueron caciques chichimecas, no pone en claro la fecha que tuvo lugar la fundación. Sin embargo, se ha fijado la fecha de 1360 para señalar la muerte de Parácume y Vápeani, por lo que se supone que la fundación de Pátzcuaro tuvo lugar alrededor de 1324.

Ilustración de la "Relación de Michoacán"

En aquel entonces, el lago y sus alrededores, eran habitados por tres grupos indígenas que continuamente estaban combatiendo. Uno era conocido como los “corínguaro”, otro como los “isleños” y el tercero era el de los “chichimecas”. Estos últimos reconocían como el cacique antiguo a Hireti-Ticáteme, y tenían como deidades pricipales principal al dios Curicaveri y a la diosa Cueravaperi.El reinado Purhépecha se inaugura con Tariácuri, primer cacique, a quien se aplicó el título de Cazonci, equivalente al de monarca. Este dividió su reino entre Hiquingare, Hiripan y Tanganxhoan cuando aún estaba con vida, pero conservó la máxima autoridad hasta su muerte. A su hijo lo puso en Pátzcuaro y a sus sobrinos Hiripan en Cuyucan (Ihuatzio) y Tanganxhoan en Tzintzuntzan. El primer lugar se convirtió en la capital religiosa; el segundo en la capital militar y el tercero en la capital política y administrativa.

Más tarde, el gobierno vuelve a ser reunido en una sola mano con Tzítzípandácuari, al que sucede Zuangua, durante cuyo gobierno llegan los españoles al país y quien muere en 1519. Su sucesor, Tangaxhoan II o Tzintzincha, es el gobernante a quien toca ser víctima y testigo de la dominación de Michoacán por los españoles. Con él termina, pues, la época prehispánica para entrar de lleno a la conquista.

Aún así, debido a que la cultura Purhépecha carece de un lenguaje escrito, su origen e historia permanece un tanto en el misterio. Sus historias, leyendas, costumbres pasan de una generación a otra a través de la tradición oral transmitida por los ancianos, quienes tienen un lugar muy particular en su esquema social. De lo anterior, se han derivado diversas teorías respecto a su origen: hay incluso quien afirma que esta raza proviene de una ramificación de los propios Mexicas y también hay quien los relaciona con los Incas afirmando que llegaron del Perú arribando a esta región primero por el río Santiago en Nayarit y luego pasando a través del estado de Jalisco. Según otra versión, este lugar estuvo habitado por los “pre-Tarascos”, palabra que quiere decir “hijos de dios” refiriéndose al dios “Taras” (¿?).

Extensión del Imperio Purhépecha


Existe otra teoría respecto al nombre que en la actualidad se le da a este grupo étnico - la más aceptada- que afirma que los Purhépechas eran conocidos de este modo hasta principios del siglo XVI y que la palabra “tarasco” es una corrupción del vocablo “tarascue” que en su idioma significa “cuñado”, término que fue adoptado por los mismos indígenas y españoles como producto de la relación de éstos últimos con las mujeres de la región y que ahora se utiliza para designar a los habitantes de la zona lacustre. Sin, embargo, fuere cual fuere la versión más acertada, la realidad es que los nativos de la región autodenominan orgullosamente su raza y su lengua como Purhépecha.

De este modo, tenemos que el Imperio Purhépecha fue una poderosa, extensa y próspera civilización durante los siglos XIV y XV, cuyo radio de influencia llegó hasta lo que ahora son los estados de Jalisco, Guanajuato, Colima y Guerrero. Siempre se ha prestado mucha atención a Cortés y a los Aztecas, olvidando que los Purhépechas conocían ya el uso del hierro y que fueron los únicos a quienes los Aztecas o Mexicas nunca pudieron derrotar en las numerosas batallas que pelearon, salvo cuando se aliaron con los Españoles. Aún así, de acuerdo a algunos historiadores, alrededor de 30,000 guerreros Aztecas fueron hechos prisioneros por los Purhépechas en la batalla de Taximaroa, (hoy Ciudad Hidalgo) librada contra las huestes de Cristóbal de Olid, un cruel conquistador que finalmente derrotaría a Tanganxhoan II - uno de los últimos emperadores Purhépechas - y luego, de acuerdo a los deseos de cada prisionero, éste podía ser sacrificado o convertirse en esclavo de sus captores.

Ilustración sobre la llegada de Nuño de Guzmán a la región en la"Relación de Michoacán".
Pátzcuaro fue fundado en 1324 por el rey Curátame y reconstruido en 1372 por su descendiente Tariácuri. Como el resto de Michoacán, esta región no pudo escapar a las atrocidades primero del conquistador Cristóbal de Olid y luego del sanguinario Nuño de Guzmán, un capitán del ejército de Hernán Cortés que llegó a esta región en 1526. De acuerdo a sus propios documentos, “...son (los Purhépechas) hombres de raza inferior de quienes Cortés quiere librarse...”. En 1528, un pequeño ejército de mercenarios encabezado por Nuño de Guzmán que estaba a punto de ser devuelto a España debido al descontento que las atrocidades que este cometía causaban en su gobierno, decidió hacer un cruel e innecesario intento de conquistar el oeste de México.

La caída y el arresto de estos hombres por las autoridades españolas no borró de ninguna manera el caos y la destrucción creados en Michoacán. Debido a la quema, violación, asesinato y esclavitud de gente pacífica e inocente, Nuño de Guzmán se recuerda tristemente como el símbolo de una invasión maligna y del poder de un conquistador sin bandera, credo ni raza, que cree en la fuerza y la violencia extremas como únicos recursos de convencimiento. En corto tiempo, la grande y poderosa nación Purhépecha fue completamente devastada. La cultura fue destruida, sus templos, casas y tumbas saqueados, la tierra despojada y la gente que escapó a la muerte y la tortura, se dispersó entre las montañas de Michoacán. De no haber sido por el esfuerzo de un hombre cuyos ideales, buen juicio y habilidad para poner en práctica la moral que predicaba, es de dudarse que los Purhépechas hubieran sobrevivido. Este hombre fue don Vasco de Quiroga, quien llegó a México en 1531, para luego convertirse en el primer Obispo de Michoacán, hacia 1538.


Panorámica del lago de Pátzcuaro.

(Texto tomado de la guía online Pátzcuaro en Breve )